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Carlets ha dedicado toda su vida a remover barro, desde cuando era un niño y hacía se-culturas con el barro de la calle de enfrente de su casa en La Molina (Cerdanya) hasta ahora, que lo mezcla con pasta de papel y sulfatos para darle unas propiedades que faciliten los resultados estéticos y formales que él quiere conseguir. Y lo hace apasionadamente, con un compromiso, una implicación y una exigencia totales. Se puede decir que Carlets vive por la cerámica.

Desde junio del 80, que hizo su primera exposición individual en Lleida, hasta hoy, sus obras se han podido ver no sólo por toda Catalunya sino también por algunos países del extranjero como Francia, Austria, Portugal o Italia , y ha obtenido varios premios. Pero nos equivocaríamos totalmente si presentáramos a Carlets como un artista orgulloso y fanfarrón del propio currículo y los premios obtenidos. Es todo lo contrario. No le cae ningún anillo en reivindicar el oficio artesano, el artesano que piensa con las manos y los materiales, por contraposición con este tipo de artistas que están de moda ahora, que sólo trabajan con conceptos y entelequias, mucho humo y algún vídeo.

Y en consecuencia con esta noble manera de ser, a Carlets le gusta compartir lo que sabe y trabajar en grupo. Compartiendo el que sabe ha hecho cursos, seminarios y cursillos en todas partes donde la han llamado y ha podido ir. Desde hacer de profesor en un máster organizado conjuntamente por la Universidad de Barcelona y la prestigiosa escuela francesa de Limoges, o impartir seminarios para Catalunya y el extranjero a los que acuden muchos ceramistas experimentados, hasta enseñar a controlar el turno a la escuela municipal más humilde.

El espíritu de investigación y la inquietud formal que lo caracteriza le llevó hace años a salir del espacio de confort de un estilo propio ya consolidado, ya arriesgar con nuevos materiales y nuevas técnicas en sus cerámicas: con pasta de papel, sales y sulfatos, y más recientemente, en la transferencia de imágenes sobre el material cerámico.

Richard Sennett, el sociólogo norteamericano autor de aquel magnífico libro llamado en su versión castellana «El artesano», ha dejado dicho: La historia ha trazado falsas líneas divisorias entre práctica y teoría, técnica y expresión, artesano y artista, productor y usuario ; la sociedad moderna sufre esta herencia histórica (...) «Artesanía» designa un impulso humano duradero y básico: el deseo de hacer bien una tarea, sin más.

Este impulso del que habla Sennett, esta exigencia en hacer bien una tarea, creo que define con exactitud el talante de Carlets. Un artista / artesano, apasionado como pocos por el barro y el fuego, dominado por un impulso humano duradero y básico: el deseo de hacer bien una tarea, sin más, a quien hay que agradecer que nos vaya ofreciendo de vez en cuando la posibilidad de admirar piezas tanto bellas como las de esta exposición.

Francesc Carbonell
PASSIÓN POR EL FUEGO I EL BARRO (Extracto)